A menos de un año de fijar un nuevo rumbo dando carpetazo a la vieja general norte, y con casi cuatro años de retraso celebramos la fiesta del natalicio de la Fossa.
Sin muchos recursos fijamos dos sedes de reunión o asociación, una en el barrio y otra en los alrededores de Mestalla. Los recreativos Holidays de la calle Ciscar, o la taberna el Agujero a escasos metros del Bar Penalty.
Todas las inauguraciones oficiales las supervisaba la Agrupación que controlaba Vicente Fayos (La Palmera) que sustituía al señor Izquierdo.
El valencianismo se movilizaba y en cualquier rincón del territorio, desde Vinaroz hasta Guardamar del Segura quedaba inauguraba una o dos peñas por semana. El censo de un valencianismo puro crecía, y a los actos oficiales solían acudir jugadores de la primera plantilla.
Nosotros fuimos los niños mimados tanto del presidente Tuzón, de Fayos y de un referente periodístico que lo fue Vicente Bau ejerciendo de director del diario Superdeporte.
Nos creímos ser ultras pero nada de eso fue real, jugábamos a ser adultos siendo unos verdaderos niños. En 1989 la media de edad de la mayoría de los socios de la peña rondaba los catorce o quince años.
El 23F de 1993 nos tocó el gordo. El día D. El Nadal ya había adormecido, y la recepción a nuestros ídolos de carne y hueso la organizamos en un cervecería clásica, el restaurante Nácar, situado en la calle Ciscar con un menú clásico surtido de tapas variadas, refrescos, vinos y licores.
A la histórica celebración acudieron Arturo Tuzón y Agustín Morera por parte de la directiva, Vicente Fayos representando al colectivo de las peñas y un importante elenco de jugadores de la primera plantilla, Penev, Leonardo, Roberto, Camarasa, Ibáñez… Aquel 23F no fue otro cualquiera por lo menos para unos chicos de barrio.