Dos años después de la fundación de la peña en 1989 optamos por copiar, imitar y desarrollar el modelo italiano en la grada. La metamorfosis fue un proceso catalizador ejercido durante la temporada 1991/92, abandonado la semántica de unas siglas obsoletas y renovando la imagen, el merchandaising e italianizándonos.
Con este cambio de imagen y renovada mentalidad, vendría la radicalización y posterior politización. Nos alimentamos de un tifo en auge, que acabó siendo un producto más de consumo entre el resto de los aficionados del estadio.
Éramos muy jóvenes, formando una gran familia con una estructura casera pero a la vez muy activa. Aprovechamos el hueco que iba dejando Yomus que pasaba por malos momentos debido a una crisis interna y de identidad.
Empezaríamos a crecer en número de afiliados, y tanto los responsables de club como la Agrupación de Peñas nos tomaron en consideración.
Tuvimos la suerte de interactuar con un jovencisimo Vicente Bau, director de un emergente diario Superdeporte, que gracias a este medio escrito nos daría cobertura mediática y cancha a través de columnas y entrevistas.
El desarrollo del fanzine, el puesto de venta de material en la boca de acceso a la general de pie norte, la presencia en el fútbol-sala, los tifos frente al Nantes, el FC Barcelona, los viajes a Castellón, Zaragoza, Bernabéu o Kalrsruhe nos catapultaron a un falso, primitivo y no merecido lugar en el olimpo del valencianismo.