El día que Mestalla se puso en pie para ovacionar al Gol Gran

Sin desanimarnos, seguimos empezando de nuevo aceptando que la época dorada de la grada central puso fin en el momento que el fútbol dejó de ser inventado para estar de pie.

Nosotros con la jubilación a las puertas y las canas peinando los cabellos ayudábamos en lo posible. Nos hicimos mayores. Nunca quisimos olvidarnos de tifar con la misma modestia y autenticidad que nos caracterizó, pero las trabas cada vez fueron mayores.

Frente al PSV, en un partido de clasificación de la Champions League, se nos ocurrió envolver de humo la gradería. Volver a la panorámica y fotograma de los años ochenta, respetando la normativa UEFA en la prohibición del uso de material pirotécnico en los estadios. No dispararíamos fuegos de artificio.

Decidimos sustituir el humo de la vieja general por el clásico cañón conducido por los grupos de rock para hechizar a sus fieles en los espectáculos musicales.

Todo se realizaría por el conducto reglamentario y su respectivo registro de entrada, es decir solicitando los permisos pertinentes a los responsables de seguridad para el acceso a Mestalla del cañón.

Todo el operativo fue dispuesto para el inicio conviertiendo el Gol Gran alto en una polvareda de humo. La UEFA multaría al Valencia.

Tras la sanción por parte de las máximas autoridades se iniciaría una caza de brujas. Chema sería expedientado por responsabilizarse de la entrada y del alquiler del aparato. Tres mil cochinos euros tendrían la culpa.

Tras semanas de diálogo con el club, enquistados, optamos a la siguiente jornada en casa desplegar una pancarta gigante en la gradería que rezaba ¿Ésta es la afición que queréis vosotros?, tras mostrar el mensaje abandonamos la grada.

Mestalla durante los primeros 45 minutos fue un auténtico desierto. Al iniciarse el segundo tiempo, cerca de doscientos jóvenes irrumpimos en la grada al grito de “Valencia, Valencia”, dándole la vuelta a la pancarta apareció otra leyenda ¡Ésta es la afición que queremos nosotros!

Al instante, sin pensárselo mucho, Mestalla se levantó de sus asientos dirigiéndose a los chicos de Gol Gran con una sonora ovación que la recordaré siempre.

Related Post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *