València no es una hamaca. El adiós a una vida de ciudad fascinante.

Devolver la autoestima y la identidad a la ciudad de València es una de las labores y prioridades de cualquier Ayuntamiento que se precie. 

Del actual gobierno lo dudo. Les viene grande. Son incapaces de dirigir el Mercado de Colón, bastión popular, o de circular en monopatín por el Ensanche. 

La opinión de hoy la escribí hace dos años para Valencia Plaza. Me duele en el alma de ver cómo no existe otro camino que el dotar, y habilitar de camas estacionales las viviendas de los pisos que se construyeron en su día para vivir las familias valencianas.

 Ya se han encargado ciertos medios de comunicación de crear la doctrina la de shock, vivir permanente con el miedo a la ocupación en el cogote, por cierto ha descendido en España, y por si fuera poco, es muy común escuchar en cualquier ambiente, “la segunda residencia que dispongo prefiero ofrecerla al turista que una familia que la ocupe”.  

Cada vez que un piso o bajo sale en oferta para uso vacacional la ciudad se encarece más… En fin los teólogos de la economía lo han bautizado como prosperidad. 

Para finalizar la disertación, que venga una revista como Times a decir que Valencia es fascinante, en efecto, fue una ciudad fascinante hasta que Times dijó era fascinante.

Si quieres participar o dejar tú opinión, o incluso compartir el artículo tienes la opción de hacerla. 

https://valenciaplaza.com/valencia-no-es-una-hamaca-el-adios-a-una-vida-de-ciudad

Related Post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *