No hace mucho, en este siglo, los conservadores españoles utilizaron a Venezuela de programa electoral para ganar unas elecciones celebradas de península hacia dentro. Hugo Chávez era más popular que el propio cromo de Iniesta.
Los telediarios, en vez de abrir con noticieros de interés general aperturaban sus editoriales con los mítines del líder chavista. Yo, no había visto nada igual hasta el momento en la comunicación española. El periodismo español se degradada a unos mínimos históricos. En el lado contrario, ni la cabecera El Pais se salvaba de la ira antichavista.
En las barras de bar, los imbéciles no chapurreaban otra cosa que los discursos radiofónicos del presidente todopoderoso de Venezuela. La prensa española distorsionaba la realidad. Felipe el socialista, el de Isla Margarita criticaba el chavismo. Nada nuevo.
El chavismo fue utilizado por los medios de comunicación para acabar, primero con el socialismo español, y después, con el partido de la casta. Pablo Iglesias pasó a ser del eje del mal y con pasaporte iraní, venezolano, ruso, o catalán.
Llegué a aburrirme. No daba crédito a las idioteces que leía y sandeces que escuchaba. Venezuela, posiblemente fue el segundo país, primero Cuba, que dijo ¡No! al dictado de la Casa Blanca.
-¿Algo de malo en ello?-
La corriente e ideología bolivariana se extendería a Ecuador, Bolivia y otro países de Latinoamerica. Líderes que con una retórica popular, atacaban a los usurpadores que extraían las materias primas de sus territorios. Normal y lógico. Los europeos lo seguimos haciendo en la África negra. Capitalismo extractivo.
A los hispanos no extrañaban las formas de estos jefes presidencialistas que hablaban nuestro idioma. Chávez llegó a ser peor que Satanás. Yo seguía sin entender nada. Apenas podías comunicar con nadie, dialogar y menos razonar sobre la situación vivida en Venezuela.
Desde 1994 seguí con mucha atención, gracias a la edición española de Le Monde, lo que ocurría en Latinoamerica, el Subcomandante Marcos me sedujo con su revolución, después vendría el chavismo como fórmula de estudio y respuesta al orden mundial establecido.
En 2007, el emérito, no me gustan los borbones ni la iglesia, estando a la misma altura que el líder venezolano le espetó a Chávez con un ¿Por qué no te callas?.
A su lado estaba José Luis Rodríguez Zapatero pidiéndole respeto para el expresidente español Aznar, sí, sí, para Aznar, Zapatero pidiendo respeto a Chávez por su intromisión.
Hace unos días esperaba que la oposición conservadora y española, la moderada, la ilustrada, si la hay, la extrema son amiguetes de X, saliera en defensa del presidente Sánchez. No fue así. Era una cuestión de Estado.
Zapatero, hace unos años considerado el peor presidente de la democracia española, lo hizo.
Sigo sin entender nada.
¿Sánchez es peor que Zapatero?
Ahora en vez de Venezuela es Argentina.