El debut de “payasito Aimar” eclipsaría cualquier estado de ánimo, y hasta la visita de un jefe de estado a la ciudad. Desde Kempes y el «Piojo» Mestalla no volvía a disfrutar de otro pibe inmortal.
El United pisaba Mestalla con los galácticos. Venía fuerte. Aquella jornada volvimos a ser víctimas de la presión que generaba disputar la competición más brava de Europa. Las noches de Champions fueron del whopper y las mañanas del ibuprofeno.
La jornada amaneció como otra cualquiera en la capital del Turia. Desde muy pronto ayudaría a Rafa Lahuerta en las tareas de reparto de pan a varios restaurantes de Ciutat Vella.
Los reds deambulaban por el carrer de la Paz dirección Reina. La meta dar caza a una cervecería clásica, el Finnegans. La cita con Rafa fue en el vetusto ficus del Parterre arrimado a los viejos kioscos que armaban los jardines.
Al subir a la furgoneta, Rafa me dijo, -escucha la canción, hoy la estrenamos- ,“Vamos Pablito Aimar, que la gloria llegará, como Kempes y el Piojo otro pibe inmortal”.
Quedé prendado por la letra. La noche de su debut, la grada Gol Gran, contagió Mestalla con el que fue sin duda el número uno de los Cuarenta Principales durante más de una década.