Me preocupa el cariz que está tomando el asunto de la inmigración en la sociedad española. Los resultados electorales vaticinan una próxima oleada de partidos antimigración al frente de las instituciones democráticas del viejo continente. Populismo en Tik-tok sin censura. Nadie es ilegal por huir de la misera o de los miserables, y no existe ninguna teoría de la migración legal, eso es absurdo.
Es de pizarra que cuando uno escapa del hambre o de la guerra no viene con papeles, ni títulos, ni la orla de los estudios bajo el brazo. Huye para dejar atrás la desesperación y abandonar su anterior vida, separándose de familiares, amigos y embarcándose en un viaje crediticio que no sabe si le llevará a buen puerto, o acabará flotando su cadáver en las aguas del Mediterráneo.
Para poder escribir esta columna uno debe vivirlo desde dentro. Salir del bucle familiar y abandonar su estrato social. Yo lo he hecho. Lo llevo haciendo casi cinco años. Trabajo cada día, y codo con codo con ciudadanos no comunitarios. Principalmente del magreb. Integrados. Empadronados. Casi todos son jóvenes nacidos en Marruecos, Pakistán o Bangladesh. Sólo quieren trabajar, y devolver el dinero prestado en su viaje al dorado y traer a sus familias.
“Los otros” se han integrado en la vida del pueblo. La mayoría de ellos no disfrutan de papeles hasta que cumplan los tres años de permanencia. No son móviles. Son seres humanos. Solo, son legales para cotizar. Para consumir. Para trabajar lo que los naturales no quieren mancharse las manos.
Suelo intervenir en las típicas conversaciones de bar, cuando algún erudito de la cazalla falsea la realidad, embrutecido, embiste como un toro embolado a los inmigrantes de turno sacando a pasear la vena española ¡Los españoles primero !
Yo le pregunto,
¿Quién es descendiente puro del Cid Campeador?
-El nacido en la península que intenta amasar su fortuna evitando a la hacienda pública, y que todos los dias consume en multinacionales.
-El no comunitario que declara hasta el último céntimo en su renta, y que basa su consumo en los tenderos del barrio, y para más inri, uno de sus hijos ya es fallero.
No obtengo respuesta. Y la que ofrece es confusa. Difusa. Le intento explicar que la españolidad hay que ganársela cada día pese que uno nazca con esa identidad. Deberían examinarnos. Si así fuere, alguno de estos patriotas de hojalata se les prohibiría atarse a la muñeca la pulsera de la rojiagualda, volviendo a la E.G.B para examinarse de historia de España.
A estos que satanizan la inmigración les recrimino que son suaves no condenando, que nueve de cada diez internas son inmigrantes y muchas de ellas carecen de papeles.
O que el putero, a la hora de visitar un local o un piso de alterne, no le pregunta la nacionalidad a la mujer que paga por sus servicios sexuales…
Para concluir le pongo en antecedentes. Solo hay que leer un poco, palpar la historia europea, y conocer que el hombre blanco se repartió África hace 150 años ¡Si! en la Conferencia de Berlín, que durante decadas la supremacía blanca se ha lucrado de las materias primas en suelo africano.
Quizá deberíamos reflexionar un poco por la situación que hemos originado nosotros, los blancos, financiando a señores de la guerra, expoliando sus riquezas y contribuyendo muy poco a fomentar políticas de desarrollo.
Pd: No hace muchos años, nuestros abuelos tuvieron que emigrar a otros países por una maldita guerra o por ser perseguidos por una ideología.
Un gran articulo, nunca defraudas, Pedro. Eres muy grande. Soy «el hombre de la bienvenidas». Un saludo.
Estoy totalmente de acuerdo. Yo les agradezco que a pesar del dolor que tienen en el corazón por dejar su familia, sus amigos… vengan aquí a hacer el trabajo que los españolitos no queremos. Agradezco que coticen, aunque sea comprando pan, para que este país se sustente. Mi hija vive en Tanzania y da vergüenza lo que hemos hecho y seguimos haciendo los europeos allí.
Estoy al cien por cien de acuerdo contigo, todos los que usan este tema son unos hipócritas populistas, mi abuelo tuvo que huir por tema guerra y se fue a Argelia cuando era francesa, y allí se trasladó toda la familia hasta que estalló la guerra de la independencia de Francia y empezaron a asesinar extranjeros, de hecho yo tengo dos hermanos nacidos en Oran, los dos del medio de los seis, y media familia mía emigró entonces a Francia, así que yo lo tengo muy claro, mi padre, una de las personas más humanas que he conocido, me dijo siempre que en la vida, independientemente de la nacionalidad, sexo, religión, color, etc… solo había dos tipos de personas, las buenas y las malas. En mi casa se descorcho champagne el día que Franco murió y que durante su dictadura obligó a desperdigarse a media familia mía, y eso que mi padre, pobre como las ratas entonces, hizo su gran fortuna en los años sesenta bajo la dictadura, o a pesar de la dictadura.
Buenos días.